Explore como B Medical Systems puede ayudar en la terapia de plasma convaleciente
Hace más de 60 años, en 1959, el Dr. Michael Rubenstein utilizo por primera vez un proceso llamado plasmaféresis para salvar la vida de un paciente con caso severo de un desorden sanguíneo. Ahora, una versión más sofisticada del mismo tratamiento es usada para tratar casos extremos de COVID-19. Pero, ¿Como funciona este tratamiento, y es efectivo? ¿Como podemos asegurarnos que esta u otras terapias alcancen al máximo número de personas en necesidad de ellas?
Muchos hospitales alrededor del mundo han comenzado a usar un procedimiento llamado “terapia de pasma convaleciente” para tratar casos severos de COVID-19. El principio es obtener plasma, de alguien que se ha recuperado del virus. Este plasma es inyectado a una persona con la infección. Este tratamiento provee al paciente con anticuerpos vitales, el arma más efectiva de nuestro sistema inmune, necesitados para reforzar los esfuerzos de la respuesta propia de cada paciente contra el virus.
Resultados iniciales en casos de estudio indican que la terapia de plasma convaleciente puede convertirse en un prometedor tratamiento en respuesta a la pandemia. Todavía es muy temprano para decir si será introducida como un tratamiento global contra el coronavirus: la terapía todavía está siendo probada y los riesgos de su uso (tales como reacciones alérgicas, transmisión de otras infecciones o también la posibilidad de transmitir el virus) son actualmente investigados.
¿Qué es necesario para asegurar el uso seguro de tal terapia? Ya que puede existir un retraso desde el momento de la extracción de la sangre hasta la transfusión del plasma, el personal médico debe asegurar que los anticuerpos en las muestras no se degraden durante ese tiempo La degradación hace inefectivo al plasma en la lucha contra el virus. La manera más simple para prevenir esto es efectivamente congelar el plasma a la temperatura indicada.
Recientemente el grupo de trabajo de la ISBT ha dado la siguiente directriz relacionada con temperatura: las muestras deben ser congeladas tan pronto como sea posible a la temperatura mínima de -20°C (preferentemente menos) y deberán ser almacenadas congeladas hasta su administración. Los hospitales, por tanto, están requeridos a congelar rápidamente todas las muestras de sangre y plasma que obtengan para evitar la degradación de los anticuerpos en el plasma que van a usar en sus pacientes COVID-19.
Los Congeladores de plasma de B Medical Systems están dedicados para el seguro almacenaje de Plasma y componentes sanguíneos con un punto de ajuste variando desde -32°C hasta -41°C y con una capacidad de volumen neto variando desde 106 hasta 763 L (3.74 a 26.95 pie cu.). Todos los modelos han sido diseñados con tecnología de refrigeración de vanguardia, tecnología de deshielo automático inteligente y aislamiento extraordinario que facilita un proceso de enfriamiento optimizado permitiendo uniformidad de temperatura y rápida recuperación durante las operaciones. También ofrecemos Congeladores Rápidos de Contacto que están diseñador para congelar rápidamente plasma sanguíneo o muestras biológicas a temperaturas internas inferiores a -30°C en menos de una hora. Tanto nuestros congeladores de plasma y congeladores rápidos de contacto están clasificados como dispositivos médicos Clase II(a) acorde con MDD 93/42/EEC o Clase II acorde con 21CFR Parte 864.9700. A través de nuestros congeladores rápidos de contacto y congeladores de plasma, aseguramos el manejo y almacenaje seguro del Plasma Convaleciente COVID-19, por tanto, acompañamos su lucha contra el nuevo coronavirus.